... el juego me llevó a las mentiras y a no importarme nadie ni nada, ni siquiera yo mismo.

martes, 31 de agosto de 2010

Situaciones en las que comprender es muy complicado

Es complicado el llegar a ponerse en la mente de alguien que antepone la mentira y el juego a todo, incluso diría mas que complicado, imposible. Es cierto que es una enfermedad, solo que como una buena persona me comento, a un cojo lo ves venir cojeando, pero aun “enfermo mental” no lo ves venir.
Es duro el ponerse a pensar en fechas atrás y recordar todos aquellos momentos en los que has sufrido por este tema, incluso diría que además de duro es complicado ya que son tantos que ni los recuerdas.
Supongo que lo mas difícil es entender la mente de alguien así y esto es algo que yo realmente no he conseguido hacer, por mucho que en ocasiones, siempre después de discusiones, me he dicho a mi mismo y por el sentimiento de culpabilidad que se queda en el cuerpo, que no lo volvería a hacer y que me tomaría este tema con mucha mas tranquilidad, pero creo a fecha de hoy que eso es prácticamente imposible. Como decía, lo mejor sería intentar comprender a esa mente o por lo menos intentar afrontarla de algún modo, pero cuando te planteas la situación en la que has descubierto alguna recaída y la intentas hablar con esa persona y te das cuenta que esta lo primero que hace es mentirte, y luego cuando ve que le has pillado, vuelve a intentar mentirte, pues tu reacción no es menos que la compresión, si no la ira.
Es increíble como este tipo de personas siempre contestan con una mentira, siempre, aunque no tengan nada que ocultar y es ahí donde reside el problema en las personas que las rodean, que como siempre obtenemos mentiras en lugar de respuestas, ya llega un punto en la convivencia en el que piensas y crees que todo lo que te dice, contesta o te cuenta es mentira, que por otro lado seguramente sea así, pero si existe alguna vez en la que no es así ya no lo creerás.
Es dura el ni siquiera plantearse la situación en la que planteas una conversación con la persona no para sermonear sin no para ofrecerle tu comprensión y ayuda y que se abra definitivamente a contarte, ya no en todos lo casos, pero si en algunos, lo que esta haciendo, por que sabes que lo esta haciendo. Pero te sientas delante de esa persona o intentas seguirla por casa porque esta ya sabe a lo que vienes o de que quieres habléis, y formulas la pregunta o le planteas la situación y esta directamente miente, y luego vuelve a mentir y cuando tu le dices la verdad, esta persona se siente atacada y entonces contra ataca con amenazas, llantos, e inconcluencias varias que te llevan a la desesperación y es justo en ese punto cuando tu actúas con mas agresividad, agresividad que por un lado sabes que como en otras tantas veces no servirá para nada, solo para cuando finalice la discusión, que finalizara sin ningún resultado, te sientas tan mal por el ataque que has realizado que incluso te sientes como un excremento abandonado en mitad de una calle, y te dices a ti mismo, nuevamente, que tienes que aprender a tomarte estas cosas de otro modo, que debes aprender a comprender este tipo de enfermedad y que debes ayudar y con peleas no ayudas, pero esto solo dura ese momento, por que la próxima vez cuando se plantee nuevamente la misma situación, por que se volverá a plantear, las reacciones serán las mismas por ambas partes y nuevamente volveremos a ese sentimiento de culpa al que nos referimos en esta entrada.
Lo cierto es que es muy complicado y lo que a veces me entra en dudad es si seré yo quien no sabe afrontar esta situaciones ya sea por mi carácter o por mi personalidad o por que lo mismo también soy yo quien tiene un problema, o que quizás estas situaciones no son fáciles de llevar para nadie y seguramente todos en según que casos llegamos a perder los estribos, pero en caso de que sea esta última opción lo que me sucede, en mi caso no son según que casos son todos los casos.